miércoles, 24 de julio de 2013

Alicante y Milán, ¡todo es empezar!


Aquí están los mejores amigos levantinos de Barbie Viajera

Volver.  Devolver la mirada al tiempo, regresar al lugar donde juramos no cambiar nunca o no pisar de nuevo.  Dar una vuelta de tuerca al viaje, con el inconsciente recuerdo de las fotos que ya pasaron, de los días que ya murieron, de los sonidos que se apagaron. La mayor felicidad  o la infelicidad misma resumida en una foto fija,  imaginaria, ideal. La inconsistencia  de la existencia reflejada  en la incertidumbre que dejan en el espejo el partir y el volver.

   -Gloria, vuelvo a Alicante-, escribía en un mensaje de texto Barbie antes de despedirse de Nadja en Asturias.-

   Lo había decidido abruptamente, casi en el último momento. De hecho, tenía sus maletas preparadas para ir a Badajoz a casa de Leticia Antúnez, pero en el último segundo, la propuesta de su amiga la había terminado seduciendo. Tan solo unos días antes, Barbie había recibido un email de la alicantina quien la invitaba a  acompañarla a la Convención Italiana de Barbie en Milán y después, a pasar algunos días con ella. Quería organizar una quedada de coleccionistas de Barbie levantinos y contarle a Barbie lo emocionada que estaba con todos los preparativos de la Convención Nacional de coleccionistas de Barbie 2013 en Madrid. 




La que la sigue la consigue

    En esta ocasión, a Barbie le había costado tomar la decisión porque, aunque su visita a Valencia y Alicante el año pasado habían sido increíbles, tenía la manía de pensar que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver...

Pero, -¡qué demonios¡- pensó, al fin y al cabo, ¡un viaje a Italia no es una propuesta tan habitual! Así que, sin darle ya más vueltas, se plantó en Milán con Gloria y su madre Filo, dispuesta a demostrar de qué plástico estaba hecha.

 -¿Dónde está Robert?, -dijo nada más pisar el hotel del evento.

 -¡Quiero ver a mi amigo Robert!- repetía algo ansiosa- Tengo  que ponerme al día de todas las novedades que están tramando para mí estos de Mattel. He oído un montón de rumores sobre todos los modelitos que me han diseñado para la próxima temporada. Además sé que están todos como locos con mis aventuras en mi serie de televisión, ¿qué buena idea verdad?, ¡ropita inspirada en mis propias aventuras televisivas!-


¿Pero se puede estar más guapas?



"Tiempo, fotos, espejos, 

viaje, incertidumbre"


   Pippi -apodo por el que  cariñosamente Barbie llama a Gloria- y Filo escuchaban entre  fascinadas y atónitas, todas las historias que, una detrás de otra, iba hilando la Viajera, prácticamente sin pestañear.  Todos sabemos cómo le gustan a ella este tipo de eventos y lo insistente que puede llegar a ser cuando algo le interesa de verdad. Y es que, hasta que no consiguió hacerse una foto con Robert Best, no las dejó tranquilas. 

   Cantó, bailó, participó en todas las actividades de la convención, conoció a muchos amiguitos y se lo pasó de fábula durante la cena de gala. ¡Estaba entusiasmada! - Ya verás Pippi lo estupendo que lo vamos a pasar en Madrid en octubre- le dijo en un momento de la noche a su amiga. - De eso no hay duda, -le respondió la levantina- pero antes, tenemos una reunión preparada estupenda en Juguetes Dámaso en Alicante. ¡Seguro que te sorprenderás!  



  Al volver de Italia, a Barbie le esperaban dos pies en el suelo que no se acordaban de ella. Se instaló por unos días en la juguetería de la familia de su amiga y recordó lo bien que lo había pasado durante las fiestas del fuego en su última visita a Alicante. Echaba de menos a Ken. Su última conversación en Italia y los mensajes que se habían intercambiado la habían dejado algo mustia. Lo amaba de verdad aunque casi nunca tenía la valentía de demostrárselo. Llevaban mucho tiempo sin verse... De repente, en su afán por ordenar todo su equipaje, una nota de papel cayó de entre los libros que le hacían ameno el viaje. Enseguida reconoció la letra de su novio, no había duda, le había escondido esa nota para que ella la encontrara. La leyó:



"Me acostumbré a vivir en el hueco de tu nombre. En la sonoridad fría de tus letras, en la pausa entre tus iniciales . Me alimenté de los sonidos de mi boca y de las bocas ajenas, de la vibración africada de mis labios vacíos, del latigazo tenaz de la lengua contra mis dientes. Y desgasté mis dedos en las sinuosas formas de las letras que te nombran, enlazadas, serpenteantes, hipnóticas. Porque tu nombre era mi casa" -K



Dulce Barbie
  A pesar de ser los que venían desde más lejos, Carmen Victoria, su marido Víctor López, Montse MF y el coleccionista Juan Roca, fueron los primeros en llegar a la cita con Barbie Viajera en Alicante. Se desplazaron desde Valencia, llevando con ellos una tarta rosa increíble con la silueta de Barbie, un montón de chuches y un diorama de muñecos músicos ¡con un violinista incluido!

   Mientras Lorenzo Ortiz, Adrián Llopis y Gloria preparaban todo, el resto de los asistentes a la cita daban buena cuenta de las muñecas que habían traído a la reunión y del banquete que se había dispuesto. Muchos trajeron muñecas de sus propias colecciones particulares, algunas muy llamativas como las de Ricardo, otros como Montse optaron por el vintage y Nadia se atrevió con una muñeca de resina.



Momento de la reunión en
Juguetes Dámaso
¡A ensayar!


    La reunión resultó tan familiar que el desayuno se alargó a almuerzo, merienda y hasta cena.  Filo Climent fue una anfitriona estupenda y acogió a todos los invitados en la su tienda de juguetes, en la que además, se expone la colección particular de Barbies de su hija Gloria.  Al acabar la reunión, más de uno tenía resaca de azúcar que había sido bien regado por vino Marina Alta y Champán.

  Y por supuesto, hubo tiempo para hacer una foto de familia: Filo Climent, Gloría Díez, Juan Roca, Carmen Victoria Ortí, Trinidad Torregosa, Mercedes Lorente, Dámaso Díez, Lorenzo Ortiz, Adrián Llopis, Ricardo Albero, Alicia de Mundo Kekas, Víctor López , Nadia Martín y Montse MF, Jose Enrique Jepbjoe, Sergio M. Orts, posaron junto a Barbie Viajera, dejando el listón bien alto y demostrando una vez más, que en el levante se quiere mucho a esta rubia viajera.





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